jueves, 14 de junio de 2012

Geoterapia

A lo largo de la historia se han utilizado los distintos tipos de tierras en el tratamiento de numerosas enfermedades, esta práctica se conoce como Geoterapia. El uso como remedio terapéutico de la tierra ya se conocía en el Antiguo Egipto donde incluso lo utilizaban los embalsamadores en sus momificaciones; en Grecia, la utilizaban en lo Juegos Olímpicos, antes de las pruebas deportivas, para eliminar la grasa de los poros y ser más ligeros; en Oriente, principalmente China e India, esta práctica se ha mantenido hasta la actualidad formando parte de sus recursos terapéuticos tradicionales; en África y América se ha usado tanto para sus rituales, mezclándolas con cenizas y pigmentos vegetales, como para su uso terapéutico.


Las tierras más utilizadas y conocidas por sus importantes propiedades son las arcillas, producto de la erosión lenta de los granitos, están compuestas principalmente por sílice, fosfatos, óxido de hierro, óxido de magnesio y calcio. Su color varía según las características del terreno y de la  proporción en su composición de los minerales que la constituyen, así podemos encontrarnos arcilla blanca, rosa, gris, verde, roja y amarilla.


Las arcillas poseen una serie de propiedades que la hacen imprescindible en el botiquín natural:

  • Poder antiséptico y cicatrizante: detiene la proliferación de gérmenes y facilita la regeneración del tejido dañado.
  • Efecto termorregulador: reduce la temperatura que se produce en las inflamaciones contribuyendo al drenaje del tejido.
  • Efecto calmante: al reducir la temperatura en los cuadros inflamatorios ejerce una función calmante en numerosas patologías (traumatismos, contusiones,…).
  • Alta capacidad de absorción: liberando al organismo de cuerpos extraños que puedan haber quedado adheridos a la piel en un traumatismo.

Las arcillas se utilizan normalmente para su aplicación externa en forma de cataplasmas, mascarillas, etc, pero también se pueden consumir de forma oral. Existen dos formatos de presentación: en pasta, lista para usar, ideal para aquellos que no tienen mucho tiempo y en polvo, para hacer la mezcla con agua.

En cosmética las arcillas constituyen un ingrediente habitual, normalmente se utilizan con excelentes  resultados para tratar el acné, signos de envejecimiento y distintas patologías de la piel, incluso para el cabello, combinándolas con aceites esenciales y hierbas constituyen un deleite para el cuerpo.

¿A qué esperas para tener arcilla  en tu botiquín?

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